15 mayo 2012

Dvorak, Concierto para violín



En enero de 1879, el conocido editor musical Fritz Simrock escribió a Dvorak una carta en tono amigable diciéndole: ¿Usted me escribiría un concierto para violín? Francamente original, rico en cantinelas y para ser interpretado por buenos violinistas ... hágame saber su respuesta, se lo ruego! El compositor aceptó de muy buen grado la petición, pues había estudiado aquel instrumento y tocado el violín profesionalmente como un medio más de subsistencia. Durante el verano comenzó a trabajar en la obra y en diciembre ya estaba terminada. Gran admirador de Joseph Joachim a quien había conocido el año anterior, Dvorak le dedicó su concierto, enviándole una copia para conocer su opinión.

Violinista famoso, director de orquesta, compositor y profesor, "Herr Doktor" Joachim era una figura eminente en el mundo de la música del siglo XIX, habiendo asesorado también a Johannes Brahms y Max Bruch en la composición de sus conciertos para violín. Su respuesta fue que estaba satisfecho con las muchas auténticas bellezas de su trabajo, y sería un placer para él llevarlo a cabo. Sin embargo, más adelante comenzó a poner objeciones y a sugerir cambios importantes en la estructura musical y la orquestación, quejándose de que algunos pasajes eran "demasiado difíciles de tocar", "la orquesta... suena demasiado fuerte... "


Joseph Joachim

Para medir la importancia que Dvorak concedía a la opinión del violinista baste observar las numerosas rectificaciones que hace bajo su consejo. En 1880 Dvorak escribe a Simrock: "A su demanda (de Joachim) yo he rehecho todo el concierto, sin dejar detalle, la obra entera está tomando un nuevo aspecto. A usted sin duda le complacerá, para mí ha sido un trabajo penoso".
Aún así, Joachim que era un clasicista, no estaba satisfecho. Al parecer le disgustaban detalles poco tradicionales e importantes como el inicio del primer movimiento, la falta de la "cadencia" y el paso directo al segundo y la excesiva repetición temática en el tercero. Pero Dvorak tenía sus propias ideas sobre su concierto, de modo que trancurrieron más de tres años sin que ambos se pusieran de acuerdo, sino más bien lo contrario. Con motivo de un espectáculo musical, Joachim invitó a Dvorak a visitar Berlín y allí se encontraron a un representante de la editorial Simrock que también se creyó con derecho a hacer sus propias críticas al concierto, con lo cual la paciencia del compositor se agotó, exigiendo su publicación tal como estaba.


El Teatro Nacional de Praga


El Concierto en La menor,op.53 para violín y orquesta de Dvorak, fue estrenado el 14 de octubre de 1883 en el Teatro Nacional de Praga, interpretado por el joven violinista Frantisek Ondricek y el compositor dirigiendo. El mismo solista también lo estrenó el 12 de diciembre en Viena y más tarde Londres.
El concierto para violín de Dvorak fue desde su estreno uno de los más famosos e interpretados a finales del siglo XIX, juntamente con el de Max Bruch, superando incluso al de Johannes Brahms, por supuesto superior a ellos, pero más difícil de tocar y asimilar por el público. Hoy en día sigue siendo una obra importante en el repertorio de violín. La estructura del concierto es la clásica de tres movimientos rápido-lento-rápido. El segundo movimiento es el más famoso por su precioso lirismo.
Joachim nunca llegó a tocar el concierto para violín de Dvorak, ni tampoco hizo comentarios públicos acerca del mismo.


Paisaje de Bohemia por Caspar David Friedrich

Allegro ma non troppo


El primer movimiento se distingue en diversos aspectos de la forma sonata habitualmente empleada en los primeros movimientos de los conciertos. Mientras que la exposicion de los temas es tradicionalmente confiado a la orquesta y el solista no hace su entrada hasta más tarde, aquí los dos se encargan de exponer de inmediato el material temático. El movimiento está dominado por un tema principal bipartito de carácter apasionado expuesto por el tutti orquestal primero y luego continuado por el violín solista. El desarrollo tradicional es reemplazado por una alternancia de pasajes, con una estructura que se parece más al rondó, sin la tradicional "cadenza" y una reexposición apenas sugerida que conduce directamente al segundo movimiento.
Adagio ma non troppo.

El movimiento lento muestra una inspiración melódica muy bella. El primer tema tiene el carácter de un solemne coral, mientras el segundo es más lírico, resultando el desarrollo con la combinación de ambos de una serena y exquisita belleza. En este movimiento, el tema principal en registro grave confiado al violín, puede ser una manera de repuesta a la demanda de Simrock, que prefería los temas especialmente "cantabile".
Finale: Allegro giocoso ma non troppo

El elemento "nacional" tan caracteristico de la música de Dvorak se muestra particularmente en evidencia en el el movimiento final, donde el compositor recurre a dos formas típicas del foklore checo: la furiant una danza tradicional y la doumka, un canto tradicional.

Dvorak Violin Concerto, by Chung Kyung-Wha, Chailly, RSO Berlin (1983)


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