26 abril 2019
Franz Schmidt, Notre Dame
Notre Dame es una ópera perteneciente al romanticismo tardío, del compositor Franz Schmidt, (1874-1939) con libreto propio y de Leopold Wilk (1876-1944) Se basa libremente en la novela El jorobado de Notre-Dame del escritor francés Victor Hugo y fue estrenada en Viena el 1 de abril de 1914. La ópera tuvo unos años de gran popularidad posterior al estreno, pero luego desapareció de los escenarios. Después de la Segunda Guerra Mundial, la Ópera Estatal de Viena revivió su éxito, se representó en Dresde y también fue repuesta en la Volksoper de Viena donde se ofrecieron numerosas actuaciones.
En la actualidad es conocida sobre todo por su Intermedio, un tema in crescendo de las cuerdas, aureolado por las arpas que está considerado como una de las más bellas composiciones cortas que se han escrito en música clásica.
Nuestra Señora de París (Notre-Dame de Paris, en francés) es una famosa novela de Victor Hugo, publicada en 1831 y compuesta originalmente por once libros, que se centra en la desdichada historia de Esmeralda -una gitana-, Quasimodo -un jorobado sordo-, y Claude Frollo- un archidiácono- en el París del siglo XV. Todos sus elementos, ambientación renacentista, amores imposibles, personajes marginados, hacen de la obra un modelo de los temas literarios del Romanticismo.
Los cuatro protagonistas principales de la novela, Quasimodo, Esmeralda, Frollo y el capitán Febo, pueden ser de hecho interpretados como cuatro maneras de amar: el jorobado Quasimodo ejemplifica el amor desinteresado y sacrificado; Esmeralda el amor caprichoso, romántico y soñador que ignora el hecho de no ser correspondido; Frollo la pasión sexual dramática y la relación amor-odio; y Febo el coqueteo superficial y la lujuria.
Victor Hugo presentó en esta obra el concepto de la novela como Teatro Épico. Una inmensa obra épica sobre la historia de un pueblo entero, personificado en la figura de la gran catedral, como testigo y protagonista silencioso de la historia. La idea del tiempo y la vida como un panorama continuo y orgánico centrado en docenas de personajes atrapados en medio de esa historia. Es la primera novela en tener mendigos como protagonistas.
Nuestra Señora de París fue la primera obra de ficción en abarcar la vida como un todo, desde el rey de Francia hasta las ratas de alcantarilla de París, en una forma adoptada más tarde por Honoré de Balzac, Gustave Flaubert, Charles Dickens y muchos otros.
La enorme popularidad del libro en Francia estimuló el movimiento francés de preservación histórica y alentó en gran medida la arquitectura neogótica. En última instancia condujo a restauraciones importantes en Notre-Dame en el siglo XIX, dirigidas por Eugène Viollet-le-Duc. Gran parte del aspecto actual de la catedral es resultado de estas restauraciones.
Franz Schmidt escribió su ópera entre 1904 y 1906 y el compositor aprovechó algunas obras musicales cortas que ya había escrito antes. Lo hizo durante uno de los períodos más frustrantes de su vida profesional. Aunque era el mejor violoncelista de la orquesta de la Ópera de la Corte Imperial de Viena con Gustav Mahler, el concertista de la orquesta (el cuñado de Mahler, Arnold Rosé) se negó a promoverlo como violonchelista principal. Así que, desde 1896 hasta 1914, Schmidt recibió el pago de la segunda silla, a pesar de que Mahler le dio todo el trabajo en solitario importante.
Schmidt eligió la famosa novela de Victor Hugo como su argumento, aunque centrándose en el personaje de Esmeralda y en los sentimientos que casi inconscientemente despierta en los hombres que la rodean. El libretista escogido fue un químico profesional y poeta aficionado llamado Leopold Wilk, del cual puede decirse que no era un escritor muy inspirado, además, ninguno de los dos eran experimentados en los principios dramáticos del teatro y lo mismo en el texto como en la trama de la ópera se advierten fallos. Si bien estos factores han dificultado la aceptación de la ópera en el repertorio, la música hábilmente concebida la mantiene en un nivel digno para ser recordada, a la vez que su original composición, que al parecer no despertó mucho interés en su momento, podría hacer esta obra más importante de lo que aparenta.
Después de haber comenzado a escribir la música ya en 1903 como pura música instrumental, Schmidt continuó componiendo la ópera como una pieza orquestal casi sinfónica, con la adición de las partes vocales más tarde. Esta es una manera decididamente inusual de escribir una ópera, con una puntuación que se construye en torno a las formas sinfónicas, fácilmente identificable en la partitura. Sin embargo, las partes vocales se integran con la orquesta a la perfección, y con notable claridad. El dramaturgo Hugo von Hofmannsthal, que ya había escrito textos para dos óperas de Richard Strauss, escribió a Strauss después del estreno de Notre Dame, elogiando la forma en que casi siempre aparecían las palabras del texto y sugiriendo cortesmente que Strauss podría beneficiarse al encontrar una manera similar de permitir ocasionalmente que las palabras prevalezcan. Existe la opinión que esta forma original pudo haber influido en Alban Berg, cuyas dos óperas, Wozzeck y Lulu, se estructuran de manera similar.
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