25 abril 2011

Brahms, Ein Deutsches Requiem ( 1 )



"Eine Art deutsches Requiem" (Una especie de Réquiem Alemán) fue el primer título que puso Brahms a una obra de carácter religioso aunque en realidad no guardaba mucha relación con el réquiem clásico. Más adelante y debido a la polémica que el mismo suscitó quiso cambiarlo, pero la composición ya se hallaba ampliamente difundida con el nombre de "Un Réquiem Alemán" y así ha llegado hasta nosotros.

Max Kalbeck, primer biógrafo de Brahms, insistió en que la idea de un Réquiem fue inspirado por la muerte de Johanna, la madre del compositor, hacia la cual éste sentía un gran afecto. Michael Musgrave escribe que no parece probable que haya sólo una influencia personal sobre el Réquiem y que tanto la muerte de Schumann y la de Johanna fueron un estímulo a la realización de las ideas existentes, en lugar de la fuente de ellas.
En la actualidad se sabe con bastante certeza que Brahms utilizó como Marcha Fúnebre del Réquiem el desechado movimiento "scherzo lento en tiempo de zarabanda" de su primer Concierto para piano compuesto en 1859. Dos años después, en 1861, comenzó la recopilación de textos escogidos de la Biblia de Lutero y compuso los dos primeros movimientos. Brahms se definía como agnóstico, pero parece ser que conocía bién los Libros Sagrados. En enero de 1865 fallece su madre y en abril del mismo año escribe varias cartas a Clara Schumann en donde se deduce que la estructura básica de la pieza estaba ya bien formada, enviándole además una reducción para piano del movimiento cuarto. A partir de febrero de 1866 trabaja intensamente en su obra y la mayor parte estuvo completada en agosto del mismo año. En los meses siguientes hasta diciembre se efectuaron algunas revisiones y pequeños cambios discutidos con algunos de sus corresponsales, entre ellos Joachim y Clara Schumann.





En 1867 Brahms era bastante conocido y respetado en los ambientes musicales de Viena a donde había llegado cinco años antes, cuando contaba veintinueve, para encargarse de la dirección de la Singverein Wiener. Este puesto lo dejaría pronto debido a su espíritu inquieto, preferiendo viajar y dar conciertos, pero la capital austríaca ya podía considerarse como su residencia fija.

La primera audición del Réquiem Alemán tuvo lugar en Viena el 1 de diciembre de 1867, durante un concierto semi-privado que la Gesellschaft der Musikfreunde ofreció en memoria de Franz Schubert. El director, Johann von Herbeck, conocía la existencia de la obra y logró convencer a Brahms para su estreno, aunque éste aceptó no de muy buen grado, pues tenía puestas sus preferencias en la ciudad de Bremen situada al norte de Alemania, región de mayoría protestante, lo que favorecería su aceptación.

Debido a la extensión de la obra se ofrecieron solo los tres primeros movimientos. El primero y el segundo fueron escuchados con reservas, pero al finalizar el tercero gran parte del público, los más conservadores, silbó y abucheó comportándose de forma muy grosera. Se cuenta que el músico encargado de la percusión, quizá simpatizante de Wagner o pagado por sus seguidores, interpretó de forma equivocada las notas de la partitura con fuertes sonidos del timbal que ahogaban las voces de los cantantes y arruinando la audición.

No era la primera vez que Brahms sufría un trance similar. Sin afectarse demasiado mantuvo correspondencia con Carl Reinthaler para intentar el estreno completo del Réquiem en Bremen. Después de varios retrasos, Reinthaler finalmente fue capaz de proporcionar un lugar adecuado e incluso hacer un ensayo antes de la llegada del compositor.
El 10 de Abril de 1868, Viernes Santo, el Réquiem fue ofrecido en la Catedral luterana de San Pedro, dirigido por el propio Brahms. El concierto había sido muy bien anunciado y era objeto de gran expectación pues la posición de Brahms en el mundo musical de Bremen siempre fue muy respetada. La participación del público fue asombrosa: 2.500 personas, entre las que estaban su gran amigo Joachim con su esposa Amalie y Clara Schumann.





El estreno en Bremen no tuvo incidentes y constituyó un éxito inmediato. A pesar de ello, Brahms todavía hizo algunas correcciones añadiento el hermoso quinto movimiento: Ihr habt nun traurigteit y después de una audición privada especial en mayo de 1868, el Réquiem comenzó a interpretarse en casi todas las ciudades importantes de Alemania.
Colonia el 16 de febrero de 1869 y Leipzig dos días más tarde fueron las primeras en disfrutar de la obra completa de siete movimientos. Colonia recibió la obra con gran entusiasmo, igual que había hecho Bremen, pero Leipzig resultó mas difícil de conquistar.

Pocas obras de la música han generado tanta polémica y controversia, no sólo a nivel artístico, sinó también político y religioso. Los críticos, aunque en general favorables, no dejaban de razonar sobre un Réquiem que no era tal, sinó una obra entre oratorio y cantata.
Los partidarios de Wagner y Brahms discutían acaloradamente entre ellos y especialmente Wagner demostró con sus comentarios su desprecio por el Réquiem.
El público del norte de Alemania lo acogía con entusiasmo mientras en el sur, de mayoría católica, lo rechazaban por su texto luterano, cuando paradójicamente, también se encuentra en la Biblia Romana. En Viena despertaba suspicacia y resentimiento la palabra "alemán", debido a la humillante derrota de Austria ante Prusia en 1866. Brahms insistió repetidamente que su Réquiem era para todas las gentes, de cualquier nación o credo y trató, inutilmente, de cambiar el adjetivo "alemán" por el de "humano".

A pesar de ello, la mayoría de los críticos reconocieron el carácter extraordinariamente complejo de la obra, destacando en particular, la incorporación de elementos tradicionales, como el contrapunto, junto a una modulación moderna de sonido y estructura rítmica, aunque causara cierto estupor el uso de la percusión en una composición religiosa.
Hanslick, en particular, elogió la calidad del Réquiem innovador e impresionante en la construcción, reconociendo, no obstante, que era difícil de entender por el oyente y no destinado a la popularidad. También expresó sus reservas sobre si era adecuado para una sala de conciertos y que su naturaleza requería de un lugar menos secular. Sin embargo, insistió en colocar el Réquiem en una distinguida y amplia perspectiva histórica:
"El Réquiem Alemán es una obra de importancia inusual y gran maestría. Nos parece uno de los frutos más maduros que han surgido desde el estilo de finales de Beethoven en el campo de la música sacra. Pocas veces la música escrita para el dolor del luto y en recuerdo de los difuntos ha sido presentada de forma tan poderosa". Añadiendo que estaba a la altura de la Misa en Si menor de J.S. Bach y la Misa Solennis de Beethoven.
El Réquiem Alemán se interpretó más de cien veces sólo en alemania, en la década siguiente a su estreno, dando un enorme prestigio a Brahms y haciendo que su nombre figurase ya como el sucesor de Bach y Beethoven, aúnque no hubiera compuesto todavía sus cuatro sinfonías y otras grandes obras.




Como ya se ha comentado, Brahms eligió los textos del Réquiem, palabra que en latín significa "descanso", sin que guardaran semejanza alguna con una misa de difuntos sinó para ser consuelo y esperanza de quienes les lloran.

A pesar de su desarrollo durante 11 años, hay una unidad del estilo, del humor, y de la forma que es asombroso en un trabajo no previsto como unidad desde el principio. Si se observan algunas disparidades en su equilibrio, conviene señalar la anplitud, la energía y la sobria belleza que posée que lo sitúan entre las grandes obras maestras de la música coral con orquesta.
Después de las tres primeras partes de tono sombrío y dramático, la cuarta que es el núcleo emotivo, crea un cierto contraste de serenidad que también encontramos en la quinta con sus magníficos solos de soprano. Muy compleja en su organización, la sexta donde se alternan barítono y coro, termina con una fuga coral (lo mismo que en la segunda) evocación deliberada del espíritu de las obras corales sacras de Bach. La séptima parte recupera material de la primera para dar sentido a la conclusión.

Una versión alternativa de la obra fue preparada por Brahms para ser realizada como un dúo de piano a cuatro manos. También incorpora las partes vocales, lo que sugiere que fue concebida como una versión independiente, probablemente para el uso en el hogar, pero las partes vocales también se pueden omitir. La versión dúo- acompañamiento es un sustituto aceptable para coro y solistas en los casos que una orquesta completa no está disponible. La primera audición completa (excepto el quinto movimiento aún no escrito) tuvo lugar en Londres, en julio de 1871 en la casa de sir Henry Thompson y su esposa, la pianista Kate Loder, cantada en inglés.

Fotografías de la Catedral de Bremen: JRGCastro
Ein Deutsches Requiem ( 2 ) Texto y vídeo obra completa AQUÍ

20 abril 2011

Brahms, Ein Deutsches Requiem ( 2 )



Un Réquiem Alemán

I.

Bienaventurados los que padecen,
pues ellos serán consolados.
(Mateo 5.4)

Los que siembran con lágrimas,
recogerán con alegría.
Se han ido y lloran,
y portan la noble simiente,
y retornan con júbilo,
y traen sus gavillas.
(Salmo 125, 5 y 6)

II.

Entonces toda la carne,
es como la hierba
y todo el esplendor del hombre
es como la flor de los prados.
La hierba está seca
y la flor está marchita.
(Primera epístola de S. Pedro 1, 24)

Así, amados hermanos,sed pacientes
y esperad la venida del Señor.
Mirad al campesino que aguarda
el fruto precioso de la tierra
y espera paciente
la llegada de la lluvia
del otoño y la primavera.
Así, sed pacientes.
(Epístola de Santiago 5, 7)

Entonces toda la carne,
es como la hierba
y todo el esplendor del hombre
es como la flor de los prados.
La hierba está seca
y la flor está marchita.
Pero la palabra del Señor
Perdura eternamente.
(Primera epístola S. Pedro 1,24,25)

Los que han de ser salvados
por el Señor retornarán
y vendrán jubilosos hacia Sión;
La alegría, la alegría eterna,
Reinará sobre ellos.
La alegría y el gozo
se apoderarán de ellos,
y el dolor y el llanto
desaparecerán.
(Isaias 35, 10)

III.

Revélame, por tanto,Señor,
que mis días deben tener un final,
que mi vida tiene un destino
y que me debo a él.
¡Mira!, en tu presencia, mis días son
como la palma de tu mano,
y mi vida, ante ti,
no es nada.

¡Ah!,
todos los hombres son apenas nada
y, sin embargo,
viven tan seguros.
Desaparecen como una sombra
y en vano se agitan;
Acumulan riquezas sin saber
a quién aprovecharán.
Y ahora Señor,
¿qué podrá consolarme?
En ti deposito mi esperanza.
(Salmo 38, 5-8)

Las almas de los justos
están en las manos del Señor
y ninguna pena podrá perturbarlas.
(Sabiduría 3, 1)

IV.

Qué dulces son tus moradas,
¡Señor de los ejércitos!.
Mi alma se desespera
y suspira
por las cortes celestiales;
Mi cuerpo y mi alma
se alegran del Dios vivo.
Bienaventurados
los que habitan tus moradas,
que te alaban por siempre.
(Salmo 83, 2, 3 y 5)

V.

Ahora estáis afligidos;
Pero yo os volveré a ver,
Vuestro corazón se regocijará
y nada podrá privaros
de vuestro gozo.
(San Juan 16, 22-23a)

Os consolaré,
como una madre consuela a su hijo.
(Isaias 66, 13)

Mírame:
Qué escaso tiempo de fatigas
y trabajos he vivido
y he hallado un gran consuelo.
(Siracide o Eclesiástico 51, 27)

VI.

Pues no tenemos en la tierra
una morada permanente,
por ello buscamos la del porvenir.
(Epístola a los hebreos 13, 14)

Mirad, que os revelo un secreto:
Ciertamente, no moriremos todos,
pero todos seremos transformados;
En un instante,
en un abrir y cerrar de ojos,
a los acordes de la última trompeta.
Puesto que se escuchará la trompeta
y los muertos
resucitarán incorruptos;
Y nosotros seremos transformados.
Entonces se cumplirá lo escrito:
la muerte quedará cautiva
en la victoria.
Muerte,
¿dónde está tu espina?
Infiernos,
¿dónde está vuestra victoria?
(Primera epístola a los Corintios15, 51 y 52, 54 y 55)

Señor, Tú eres digno
de recibir alabanza, honor y poder,
porque Tú eres el creador
de todas las cosas,
y por tu voluntad
son y han sido creadas.
(Apocalipsis 4, 11)

VII.

Bienaventurados los muertos
que mueren en el Señor.
Sí,
el espíritu dice
que reposa de sus fatigas,
porque sus obras van tras él.
(Apocalipsis 14, 13)

Traducido por: Jaime Goyena 1998
Texto en alemán
AQUI

Johannes Brahms, Ein Deutsches Requiem. Obra completa en vídeo.
Herbert von Karajan, Wiener Philharmoniker Orchestra
José van Dam. Kathleen Battle. Wiener Singverein

02 abril 2011

Rimsky-Korsakov, Snegurochka (La Doncella de Nieve)



Pintura de Mikhail Alesandrovich Vrubel


La Doncella de Nieve: Un Cuento de primavera
(Snegúrochka–Vesennyaya Skazka) es una ópera con un Prólogo y cuatro actos compuesta por Nicolai Rimsky-Korsakov entre 1880-81. También escribió el libreto, inspirándose en una obra literaria de igual título de Aleksandr Ostrovski, sobre la cual ya en 1873 Tchaikovsky había compuesto y dado a conocer una música incidental.
El estreno de la ópera de Rimsky-Korsakov tuvo lugar en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo el 29 de enero de 1882, dirigida por Eduard Nápravnik. Tres años más tarde fue presentada en Moscú por la Opera privada de Rusia bajo la dirección de Enrico Bevignani y con magníficos diseños escénicos de Viktor Vasnetsov, Isaac Levitan y Konstantin Korovin. En el Teatro Bolshoi se presentó en 1893. Más adelante, en el año 1898 la ópera fue revisada como la versión que hoy conocemos.



La historia trata sobre la oposición de las fuerzas eternas de la naturaleza e implica la interacción de personajes mitológicos (Primavera, Escarcha, Espíritu del Bosque) gente real (Mizgir, Kupava) y aquellos mitad míticos-mitad reales (La Doncella de Nieve, Lel, Berendey).
El compositor se esforzó por distinguir a cada grupo de personajes musicalmente y varios de ellos tienen asociado su propio "leitmotiv". Además de estas distinciones caracteriza a la gente del pueblo en particular con melodías populares. Rimsky-Korsakov manifestó sus preferencias hacia esta obra, a la que consideraba su favorita.
PERSONAJES PRINCIPALES:
Snegurocka, La Doncella de Nieve
La Belleza de Primavera
El Hielo Escarcha
El pastor Lel
Mizgir
Kupava
Coro y figurantes: toda la gente del pueblo, hombres, mujeres, jóvenes, pastores, comerciantes. Comitiva del Zar, con toda clase de personajes. Comitiva de la Primavera, duendes del bosque, aves y flores.

PROLOGO

Tiempo: Época Prehistórica. Lugar: La tierra de los Berendeyans. En su capital reside el Zar Berenday y es lugar de reunión de los comerciantes.

En la Colina Roja, paisaje cercano a la ciudad, Snegurochka (La Doncella de Nieve) hija de la Primavera y del Hielo Escarcha ha crecido apartada de los humanos, sólo con la amistad del pastor Lel. A sus quince años quiere irse a vivir con la gente del pueblo cercano y sus padres le conceden este deseo enviándola a Bobyl-Bakula y su esposa, un matrimonio mayor sin hijos.

ACTO I En el pueblo de Berendeyevka, en el otro lado del río. Snegoruchka escucha complacida las canciones de su amigo el pastor Lel, pero se entristece cuando éste se aparta de ella para irse con un grupo de muchachas. La joven Kupava, hija de un rico comerciante anuncia su próxima boda con Mizgir, pero éste queda prendado de Snegoruchka y con pasión le pide su amor. Kupava comenta afligida ante los aldeanos este desaire y ellos le aconsejan que acuda al Zar en busca de reparación.



ACTO II


En el palacio del Zar Kupava expone sus quejas ante el Zar Berendey, que decide desterrar a Mizgir al bosque. Ante la aparición de la hermosa Doncella de Nieve, todos quedan sorprendidos y el soberano le pregunta a quien ama, ella responde "a nadie", pues su corazón no conoce este sentimiento. El Zar anuncia entonces que quien la corteje y despierte su amor podrá casarse con ella y recibirá además una recompensa real. Todos piensan que Lel es el candidato más probable, pero Mizgir jura que va a ganar el corazón de Snegurochka.

ACTO III
En un lugar del bosque, al anochecer. Las gentes del pueblo se divierten con canciones y bailes. El Zar invita a Lel a elegir una doncella y a pesar de las súplicas de Snegurochka, Lel besa a Kupava y se va con ella. Snegurochka queda sola y desconsolada preguntándose por qué Lel la ha rechazado. Mizgir aparece de pronto e intenta una vez más ganar su amor, ella asustada por sus palabras sale corriendo. Aparecen Lel y Kupava declarando sus mutuos sentimientos, Snegurochka se encuentra con ellos y al ver su felicidad, desea también poseer la capacidad de amar.



ACTO IV

En el valle de Yarilo, el dios del sol, cuando está rompiendo el amanecer del día siguiente. La Doncella de Nieve invoca a su madre Belleza de Primavera. Ésta aparece de un lago rodeado de flores, escucha benevolente la petición de su hija y le hace entrega de una guirnalda que le concederá lo que anhela, advirtiéndole que se proteja de la luz del sol. Sin dar tiempo a que la joven pueda resguardarse en el bosque, aparece Mizgir y Snegurochka siente por vez primera el dulce y ardiente sentimiento del amor en su corazón.
Aparecen jóvenes parejas de novios del pueblo para celebrar el Día de Yarilo. Antes de que Mizgir pueda presentar a Snegoruchka como su prometida ante el Zar, ella le declara que lo ama y un rayo brillante de la luz del sol la ilumina. La Doncella de Nieve apenas puede despedirse y acto seguido se derrite ante la vista asombrada de todos los presentes: el poder del amor es la causa de su muerte. Mizgir, inconsolable, se ahoga en el lago.

El Zar trata de calmar a los habitantes de Berendeyans, consternados con este suceso que pone fin al invierno de quince años de duración que había caido sobre ellos. En respuesta, entonan un emotivo himmo a Yarilo.

Información obtenida de Wikipedia

Escuchemos algunos fragmentos escogidos de Snegurochka de Rimsky-Korsakov