29 marzo 2012

Pergolesi, Stabat Mater



“Vosotros, los que pasáis por el camino, mirad y ved
si hay dolor semejante al mío.
Atended pueblos del mundo, y ved mi dolor,
Si existe dolor semejante al mío”.
(Lamentaciones, 1.12)

Stabat Mater (en latín Estaba la Madre) es una secuencia católica del siglo XIII atribuida a Inocencio III y al franciscano Jacopone da Todi. Esta plegaria que comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa (estaba la Madre sufriendo) medita sobre el sufrimiento de María, la madre de Jesús, durante la crucifixión.

Es una de las composiciones literarias a la cual se ha puesto más música; cerca de 200 artistas diferentes, compositores de distintas épocas, géneros, estilos y visión musical han sido inspirados por este texto del Medioevo. Entre los notables se encuentran Giovanni Pierluigi da Palestrina, Joseph Haydn, Alessandro Scarlatti, Domenico Scarlatti, Antonio Vivaldi, Rossini, Giacomo Meyerbeer, Franz Liszt, Antonín Dvořák, Karol Szymanowski, Francis Poulenc, Josef Rheinberger, Krzysztof Penderecki, Salvador Brotons, Arvo Pärt, Pilar Jurado, Karl Jenkins.
Las versiones de Giovanni Battista Pergolesi y Gioachino Rossini son las más representadas y apreciadas por el público, sin menoscabo del mérito de todas las demás.

En las artes plásticas, el llamado «Stabat Mater» es un tema cristiano que representa a María, madre de Jesús, durante la crucifixión de su hijo. En este tipo de representaciones, María se encuentra de pie, a la derecha de Jesús (es decir, a la izquierda del cuadro), mientras que Juan el Apóstol, también de pie, se representa a la izquierda del crucificado.



Giovanni Battista Pergolesi (Jesi, 4 de enero de 1710 - Pozzuoli, 16 de marzo de 1736) fue un compositor, violinista y organista italiano del período Barroco. Estudió música en Jesi con Francesco Santini, viajando más tarde a Nápoles, donde a partir de 1725 completaría sus estudios con Gaetano Greco y Francesco Feo entre otros. Gran parte de su vida transcurió en el entorno de la corte de Nápoles, al servicio de aristócratas como los príncipes de Stigliano y el duque Marzio IV Maddaloni Carafa .
Pergolesi fue uno de los más importantes compositores de la "opera bufa" temprana (ópera cómica). Su ópera seria "Il prigioner superbo" incluye un segundo acto cómico: Intermezzo, la Serva Padrona (La Campesina o La criada patrona) (1733) que se ha convertido en una pieza muy popular por derecho propio, si bien su estreno en París en 1746 no tuvo mucha repercusión.
Aunque nunca abandonaría su país, su fama como compositor de óperas se extendió pronto y su obra tuvo profunda influencia en la escuela napolitana, convirtiéndose en prototipo por antonomasia de la ópera italiana. A la vez, sirvió también para confontar el gusto estético derivado de la tradición de la ópera seria francesa y el de los partidarios de la nueva ópera bufa italiana. Pergolesi también compuso otras obras, una sonata y un concierto para violín y música sacra, incluyendo una Misa en Fa. Su obra de este estilo más conocida es, sin duda, su Stabat Mater, para soprano, contralto y orquesta.



La Iglesia Católica Romana agregó oficialmente a su calendario en 1727 la "Fiesta de los Siete Dolores de la Virgen", pero el texto del Stabat Mater ya se celebraba en muchas liturgias locales pues su orígen era mucho más antigüo. Según el primer biógrafo de Pergolesi, un famoso Monasterio de Nápoles encargó en 1725 al gran compositor Alessandro Scarlatti poner música al texto del Stabat Mater, pero diez años después solicitó a Pergolesi la composición de una nueva obra para dos voces altas (soprano castrati o masculinas).
Pergolesi aceptó el encargo a pesar de hallarse ya muy enfermo, al parecer de tuberculosis, y la leyenda dice que compuso en un frenesí de devoción en su lecho de muerte. Sea cierta o nó la leyenda, el compositor murió poco después cuando tenía tan sólo veintiseis años y en su Stabat Mater se puede apreciar una elévadísima inspiración musical, casi mística. Su obra póstuma se convirtió rápidamente en un éxito internacional y se la comparó por las circunstancias de su creación con el Réquiem de Mozart, convirtiéndose en la más editada e impresa del siglo XVIII, también arreglada o adaptada por un gran número de otros compositores, incluyendo a Johann Sebastian Bach, que la usó como base de su Salmo "Tilge, Höchster, meine Sünden", BWV 1083.



Versión latina medieval
1.
Stabat Mater dolorosa
Iuxta crucem lacrimosa,
Dum pendebat filius.
Cuius animam gementem
Contristantam et dolentem
Pertransivit gladius.
2.
O quam tristis et afflicta
Fuit illa benedicta
Mater unigeniti
Quae maerebat et dolebat.
Et tremebat, cum videbat
Nati poenas incliti.
3.
Quis est homo qui non fleret,
Matrem Christi si videret
In tanto supplicio?
Quis non posset contristari,
Piam matrem contemplari
Dolentem cum filio?
4.
Pro peccatis suae gentis
Jesum vidit in tormentis
Et flagellis subditum.
Vidit suum dulcem natum
Morientem desolatum
Dum emisit spiritum.
5.
Eja mater fons amoris,
Me sentire vim doloris
Fac ut tecum lugeam.
Fac ut ardeat cor meum
In amando Christum Deum,
Ut sibi complaceam.
6.
Sancta mater, istud agas,
Crucifixi fige plagas
Cordi meo valide.
Tui nati vulnerati
Tam dignati pro me pati,
Poenas mecum divide!
7.
Fac me vere tecum flere,
Crucifixo condolere,
Donec ego vixero.
Juxta crucem tecum stare
Te libenter sociare
In planctu desidero.
8.
Virgo virginum praeclara,
Mihi jam non sis amara,
Fac me tecum plangere.
Fac ut portem Christi mortem
Passionis eius sortem
Et plagas recolere.
9.
Fac me plagis vulnerari,
Cruce hac inebriari
Ob amorem filii,
Inflammatus et accensus,
Per te virgo sim defensus
In die judicii.
10.
Fac me cruce custodiri,
Morte Christi praemuniri,
Confoveri gratia.
Quando corpus morietur
Fac ut animae donetur
Paradisi gloria.
Amen.



Traducción literal
1.
Estaba la Madre dolorosa
junto a la Cruz, llorosa,
en que pendía su Hijo.
Su alma gimiente,
contristada y doliente
atravesó la espada.
2.
¡Oh cuán triste y afligida
estuvo aquella bendita
Madre del Unigénito!.
Languidecía y se dolía
la piadosa Madre que veía
las penas de su excelso Hijo.
3.
¿Qué hombre no lloraría
si a la Madre de Cristo viera
en tanto suplicio?
¿Quién no se entristecería
a la Madre contemplando
con su doliente Hijo?
4.
Por los pecados de su gente
vio a Jesús en los tormentos
y doblegado por los azotes.
Vio a su dulce Hijo
muriendo desolado
al entregar su espíritu.
5.
Ea, Madre, fuente de amor,
hazme sentir tu dolor,
contigo quiero llorar.
Haz que mi corazón arda
en el amor de mi Dios
y en cumplir su voluntad.
6.
Santa Madre, yo te ruego
que me traspases las llagas
del Crucificado en el corazón.
De tu Hijo malherido
que por mí tanto sufrió
reparte conmigo las penas.
7.
Déjame llorar contigo
condolerme por tu Hijo
mientras yo esté vivo.
Junto a la Cruz contigo estar
y contigo asociarme
en el llanto es mi deseo.
8.
Virgen de Vírgenes preclara
no te amargues ya conmigo,
déjame llorar contigo.
Haz que llore la muerte de Cristo,
hazme socio de su pasión,
haz que me quede con sus llagas.
9.
Haz que me hieran sus llagas,
haz que con la Cruz me embriague,
y con la Sangre de tu Hijo.
Para que no me queme en las llamas,
defiéndeme tú, Virgen santa,
en el día del juicio.
10.
Cuando, Cristo, haya de irme,
concédeme que tu Madre me guíe
a la palma de la victoria.
Y cuando mi cuerpo muera,
haz que a mi alma se conceda
del Paraíso la gloria.
Amén.

18 marzo 2012

Vivaldi: La Primavera



"Las cuatro estaciones" es el título de un libro de cuatro conciertos para violín y orquesta (La primavera, El verano, El otoño y El invierno) del compositor italiano Antonio Vivaldi, incluido en Il cimento dell'armonia e dell'inventione, Op. 8. Se trata de una obra descriptiva o programática que evoca, a través de elementos de lenguaje musical, distintos aspectos de las estaciones del año

Primavera (Concierto nº 1 en mi mayor, RV. 269)
La primavera es uno de los conciertos solistas para violín que forman parte de "II cimento dell´armonía e dell´invenzione" (Ensayo de la armonía y la invención). Esta obra, publicada en 1726, está dividida en dos libros, cada uno de ellos con seis conciertos. Vivaldi introdujo en la partitura explicaciones escritas de aquello que describe mediante la música: "el canto de los pájaros, los truenos..."

Esta obra está compuesta para violín solista y orquesta barroca de cuerda: violines, violas y lo que llamamos el bajo continuo (línea de bajo que se extiende a lo largo de toda la pieza), formado por violonchelos, contrabajos y clavicémbalo. A pesar de que temporalmente se sitúa la obra en el barroco, la técnica y complejidad de la misma, así como la actitud de la música sitúan la obra en la corriente neoclásica.




Consta de tres movimientos: 1.º: Allegro, 2º.: Largo, 3.º: Allegro. Uno de los recursos compositivos de Vivaldi es la repetición de un estribillo, llamado ritornello. A continuación se presentan los tres movimientos de "La primavera".

Primer movimiento: Allegro

Con un sonriente tema de tres compases, la orquesta anuncia la llegada de la primavera. Eco de este tema. Aparición del solista acompañado por un par de violines que imitan el canto de los pájaros. Luego, ondulantes figuras de dobles corcheas describen el agua brotando libremente de una fuente. Súbita aparición del solista sugiriendo una tormenta, nuevas exposiciones del tema con eco y fin del movimiento.

Segundo movimiento: Largo

Sobre el verde campo y a la sombra de un frondoso árbol un pastor de cabras duerme una placentera siesta y, cerca de él, su perro ladra. En este movimiento la formula rítmica está a cargo de los violines, el ladrido del perro es remedado por la viola con dos notas repetidas: do-do….sol-sol. Ausencia de voces graves.

Tercer movimiento: Allegro (Danza pastoril)

En el campo y bajo el cielo azul pastores y ninfas danzan gozosos por la llegada de la primavera. Musicalmente la escena se desarrolla sobre un compás de 12/8, con figuras rítmicas iguales para todas las cuerdas.

Fuente: Wikipedia



05 marzo 2012

Schubert, Der Hirt auf dem Felsen (El pastor en la roca)



Der Hirt auf dem Felsen (El pastor en la roca ), D. 965, es un célebre Lied (canción) para soprano, clarinete, y piano de Franz Schubert.
Fue compuesta por el músico vienés en los que serían últimos meses de su corta vida, entre octubre y noviembre de 1828. Escogidos por el mismo Schubert, los primeros cuatro versos y el último pertenecen al poeta Johann Ludwig Wilhelm Müller, y el quinto y sexto a Karl August Varnhagen von Ense.
Se trata de una larga canción vocal (unos doce minutos) cercana al aria de concierto que Schubert escribió a solicitud de la soprano austríaca Anna Milder-Hauptmann (la primera Leonora de Fidelio, única ópera de Beethoven) bajo la expresa condición de reflejar una amplia gama emocional y consumado virtuosismo vocal. Fue publicada un año después de la muerte del compositor y estrenada por la soprano en Riga el 10 de febrero de 1830.
En varias secciones, el pastorcito solo en lo alto de la montaña reflexiona sobre su aislamiento y soledad al escuchar los ecos mundanos del valle a sus pies. En la última sección la inminente llegada de la primavera le proporciona un hálito de esperanza y confianza en el porvenir.



Cuando estoy sobre la roca más elevada,
miro desde allí el profundo valle
y canto.
Lejano, desde el profundo y oscuro valle,
se eleva el eco
del abismo rocoso.
Cuanto más lejana llegue mi voz
tanto más límpida regresa
de las profundidades.
Mi bien amada habita, tan alejada de mí,
que yo suspiro apasionadamente
por ella.

Me consume un profundo tormento.
Para mí no hay más alegría,
sobre la tierra ha desaparecido la esperanza,
estoy tan solo aquí.
El canto resonó con nostalgia en el bosque,
así, nostálgico, resonó en la noche
atrayendo los corazones hacia el cielo
con maravillosa fuerza.

La primavera se acerca,
la primavera, mi gozo,
yo me preparo, por tanto
a iniciar mi camino.


Wilhelm Müller – Der Berghirt

Wenn auf dem höchsten Fels ich steh',
In's tiefe Tal hernieder seh',
Und singe.
Fern aus dem tiefen dunkeln Tal
Schwingt sich empor der Widerhall
Der Klüfte.
Je weiter meine Stimme dringt,
Je heller sie mir wieder klingt
Von unten.
Mein Liebchen wohnt so weit von mir,
Drum sehn' ich mich so heiß nach ihr
Hinüber.

Varnhagen – Nächtlicher SchallIn tiefem Gram verzehr ich mich,
Mir ist die Freude hin,
Auf Erden mir die Hoffnung wich,
Ich hier so einsam bin.
So sehnend klang im Wald das Lied,
So sehnend klang es durch die Nacht,
Die Herzen es zum Himmel zieht
Mit wunderbarer Macht.

Wilhelm Müller – Liebesgedanken
Der Frühling will kommen,
Der Frühling, meine Freud',
Nun mach' ich mich fertig
Zum Wandern bereit.