El "Requiem alemán"
Johannes sintió profundamente la muerte de su madre y concibió, en memoria de ella, una obra de envergadura, el "Requiem alemán" que escribió entre 1866 y 1867 y que le acreditó como compositor de primera línea. Se trata de una obra basada sobre una libre adaptación, efectuada por el mismo Brahms, de los textos bíblicos. Los solistas vocales, soprano y barítono, tienen un rol reducido, predominando el coro. La orquestación es muy elaborada.
Fue algo más que amor el sentimiento entre Clara Schumann y Brahms durante toda su vida. La música y la mútua admiración que sentían el uno por el otro, los unió con un profundo vínculo espiritual.Johannes sintió profundamente la muerte de su madre y concibió, en memoria de ella, una obra de envergadura, el "Requiem alemán" que escribió entre 1866 y 1867 y que le acreditó como compositor de primera línea. Se trata de una obra basada sobre una libre adaptación, efectuada por el mismo Brahms, de los textos bíblicos. Los solistas vocales, soprano y barítono, tienen un rol reducido, predominando el coro. La orquestación es muy elaborada.
Debemos volver algunos años atrás para hablar de dos acontecimientos importantes de la vida del compositor: un noviazgo fustrado y el estreno de su primer concierto para piano. En el verano de 1858, Brahms (que tenía entonces 25 años), transcurrió algunos días de vacaciones en casa de su amigo Albert Dietrich, en otro tiempo asiduo de la casa de los Schumann. La joven esposa de Dietrich presentó a Brahms una amiga suya, Agathe von Siebold. Era una muchacha extraordinariamente hermosa, dotada además de una bella voz y de gran musicalidad. Brahms quedó fascinado y los dos jóvenes se prometieron. Se ha atribuído a los celos de Clara Schumann la responsabilidad de la ruptura entre Johannes y Agathe.( Sin embargo, Brahms que le dedicó su hermoso sexteto nº 2 opus. 36, le escribió: Os amo...! Pero no soy capaz de encadenarme! )Parece que también tuvo parte en ello la mala acogida que obtuvo el Primer Concierto en re menor para piano y orquesta. La composición de esta obra había sido bastante trabajosa. En 1854, siguiendo los consejos de Schumann, Brahms inició una sinfonía. Insatisfecho de cuanto había escrito transformó la sinfonía en una sonata para dos pianos pero tampoco esta fórmula le pareció bien y decidió que la nueva obra sería un concierto.
Manuscrito del sexteto nº 2 de Joahnnes Brahms
El Primer Concierto para piano y orquesta en re menor op. 15 se estrenó en Leipzig en 1859 y como ya se ha dicho, no tuvo éxito. Principales motivos del fracaso fueron, por un lado la naturaleza misma del concierto, una obra de gran aliento, meditativa e íntima y absolutamente ajena a todo virtuosismo. (En el mismo se reflejan los profundos sentimientos del compositor ante la tragedia de los Schumann: la enfermedad de Robert y su muerte y el dolor de Clara).
Por otro, también cierta imperfección en la instrumentación. Esta experiencia negativa no desanimó a Brahms quien la juzgó incluso fructífera: "Fue probablemente la mejor cosa que podía ocurrirme, ya que me forzó a reflexionar y la reflexión estimuló mi coraje".
Lo cierto es que durante algún tiempo Brahms se mantuvo alejado de las formas sinfónicas y cuando volvió a interesarse por ellas había resuelto espléndidamente todos los problemas técnicos y formales.
Johann Strauss II y Brahms. Los dos fueron muy buenos amigos
Plena madurez artística en Viena
Tras su establecimiento en Viena (1862), Brahms alcanzó su plena madurez artística. Nacieron entonces varias de sus más importantes obras de cámara: el sexteto en si bemol mayor op. 18, los "Cuartetos con piano" op. 25 y op.26, las ya citadas "Variaciones sobre un tema de Haendel" op. 24 y una colección de Lieder inspirados por un poema medieval "El romance de Magelone", etc.
Brahms había encontrado definitivamente su propio lenguaje. Un lenguaje que cumplía una feliz síntesis entre las formas clásicas y el espíritu romántico resolviéndose en un estilo muy personal e independiente de cualquier corriente contemporánea. Alemania estaba entonces dividida entre el conservadurismo de Leipzig que se remontaba a Mendelssohn y el vanguardismo de Weimar instaurado por Liszt; Brahms se mantuvo ajeno a tendencias siguiendo su propio camino sin dar demasiada importancia a éxitos o fracasos.
Las sinfonías
En 1874, Brahms puso a prueba su técnica orquestal con las "Variaciones sobre un tema de Haydn" y tras esta obra se sintió por fin seguro para dar término a su Primera Sinfonía. Iniciada en el lejano 1859, la Primera Sinfonía necesitó quince años para adquirir su forma definitiva. Fue estrenada en 1876 obteniendo un gran éxito. ¿Por qué Brahms titubeó durante tantos años antes de decidirse a enfrentarse con el género sinfónico?. Sin duda tuvo mucha parte en ello el conjunto se sentimientos amor-veneración y temor que le inspiraba la obra de Bethoven en este caso. Sabía que sus composiciones serían inevitablemente comparadas a las del gran maestro de la sinfonía y quería estar a la altura de tal comparación.
Busto de Brahms en Viena
Al año después del estreno de la Primera, Brahms empezó a componer su Segunda Sinfonía que completó en sólo cuatro meses. Mientras la estaba esribiendo, Brahms no resistió la tentación de divertirse engañando a sus amigos sobre el carácter de la nueva obra. El editor Simrock se quedó muy perplejo cuando Brahms le dijo: "La nueva sinfonía es tan melancólica que no será capaz de soportarla. No he escrito nunca nada tan triste en tono menor, la partitura debe ser publicada con ribetes negros".
Tras esta declaración, la sorpresa de los adictos al compositor fue mayúscula cuando, en el estreno se encontraron frente a una de las obras más amables y serenas de la literatura sinfónica.
También la Segunda Sinfonía en re mayor op.73 obtuvo un gran éxito, sin embargo tuvieron que transcurrir cinco años antes de que Brahms se interesara nuevamente por el género sinfónico. En efecto, la Tercera Sinfonía en fa mayor, op. 90 se estrenó el 2 de diciembre de 1882 y la Cuarta y última en mi menor op. 98, el 25 de octubre de 1885.
Vista de la Glorieta y sus jardines en Viena. Brahms vivió la mayor parte de su vida én esta ciudad
Finaliza en el próximo capítulo.
La pianista Helene Grimaud nos ofrece la rapsodia op. 79 nº 1 de Brahms
Herbert von Karajan dirige en 1973 a la Orquesta Filarmónica de Berlín en el 4º movimiento (final) de la Sinfonía nº 2 de Brahms
Y para finalizar, un fragmento del "Requiem Alemán" titulado "Dem alles fleisch..."
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