Brahms y los Schumann
Aunque provisto de una carta de presentación, Brahms dejó pasar unos meses antes de emprender el viaje a Düsseldorff. Un hecho acaecido algún tiempo antes le hacía vacilar. Durante una gira de conciertos los Schumann habían pasado por Hamburgo. En aquella ocasión, Brahms había enviado al maestro algunas composiciones suyas para que las examinara. El sobre le había sido devuelto sin abrir. Por fin, Brahms logró decidirse y el 1 de Octubre de 1853, llamó a la puerta de la casa Schumann.
Una fotografía de la ciudad de Düsseldorff
Los Schumann: Clara y Robert
Joseph Joachim, gran violinista y amigo de Brahms. Su influencia fue importante en la vida y obra del compositor.
Otro bonito paisaje de Detmold
Continuará en el tercer capítulo.El primer encuentro de Brahms con el matrimonio Schumann se desarrolló de forma muy distinta de como había ocurrido con Liszt. Como distinta era la alegre casa de la Vilkerstrasse, llema de voces de niños y de música, de la suntuosa mansión de Liszt en Weimar. Sentándose al piano, Brahms tocó su Sonata en do mayor; bastó el primer movimiento para que Schumann, entusiasmado, llamara precipitadamente a Clara: "Ven rápido! ¡Es un genio!"
La misma palabra había empleado Schumann para calificar a Chopin que no se lo agradeció.
Con Brahms las cosas fueron distintas. Entre los tres nació una verdadera amistad basada sobre el entendimento espiritual; fue como si los tres se completaran recíprocamente. Pero, ¿Fue solamente amistad lo que Johannes sintió para Clara? Una ojeada a la nutrida correspondencia que los unió a lo largo de todas sus vidas demuestra que fue amor, un amor puro y desinteresado, el sentimiento que Clara inspiró a Brahms.
Los Schumann: Clara y Robert
En cuanto Schumann, no quiso demorarse en imponer a la atención del mundo musical alemán aquel que, según palabras de Joseph Joachim, era "un nuevo astro en el firmamento musical". El 28 de octubre escribió: "Pensaba que, un día, se presentaría de improviso alguien llamado a manifestar de forma ideal la más alta expresión de su tiempo, alguien que nos daría la perfección magistral, no a través del desarrollo gradual de su ingenio, sino de golpes, como Minerva cuando salió enteramente armada de la cabeza del Crónida. Y esta sangre joven, cuya cuna vigilaron las Gracias y los Héroes, llegó. Su nombre es Johannes Brahms; llegó de Hamburgo donde componía en un silencio oscuro, pero sobre el cual vigilaban Gracias y Héroes. Se inspira en las formas más difíciles del arte. En su persona se veían todas las señales que nos anuncia: he aquí a un elegido...".
Tales apasionadas frases pertenecen a un famoso artículo titulado Nuevos Caminos que fue al mismo tiempo la presentación de Brahms y la despedida de Schumann, ya que fue el último artículo que publicó en la revista "Neue Zeitschift für Musik".
Joseph Joachim, gran violinista y amigo de Brahms. Su influencia fue importante en la vida y obra del compositor.
Primeras obras
¿Cuales eran, en aquel momento, las obras de Brahms que tanto entusiasmaron a Schumann?
Antes que nada sus tres sonatas para piano, sus opus 1, 2 y 5 respectivamente en do mayor, fa sostenido menor y fa mayor. Son tres obras de amplias dimensiones que demuestran la capacidad de su autor de construir vastas arquitecturas. En otra parte del artículo citado, Schumann las definió "sinfonías veladas". Y era precisamente una sinfonía lo que Robert y Clara esperaban de Brahms, sin embargo sus obras siguientes fueron tres colecciones de lieder (los op. 3, 6 y 7) primera contibución del compositor a un género muy adecuado para quien se había nutrido de poesía en sus primeros años. Tras los lieder vendrían las variaciones, una forma musical particularmente querida por Brahms y en la cual sobresaldría como nadie. Su primer ensayo fueron las "Pequeñas variaciones" sobre un tema de Schumann. Más adelante Brahms volvería a este género con dos obras importantes, la "Variaciones sobre un tema de Paganini" op. 35 y las "Variaciones sobre un tema de Haendel" op. 24 cuya poderosa fuga final se inspira directamente en modelos barrocos.
El castillo de DetmoldBrahms en Detmold
En 1856 Schumann murió. Brahms se quedó algún tiempo en Düsseldorff junto a Clara, pero al año siguiente aceptó un puesto en la corte del príncipe de Lippe en Detmold. En aquella pequeña ciudad de Westfalia, entre 1857 y 1859 Brahms se familiarizó con la música de Haydn y descubrió la antigua música alemana que caló muy hondo en él. Tuvo además sus primeros contactos efectivos con la orquesta e hizo sus primeras armas como compositor para esta agrupación. De aquellos tiempos datan la "Serenata en re mayor" op. 11 y la "Serenata en la mayor" op. l6, ambas escritas en la sencilla forma de suite. En Detmold existía además un pequeño coro al que proporcionar un repertorio. Para este conjunto y para otro de Hamburgo compuesto sólo por damas (el servicio en Detmold permitía a Brahms de hacerse cargo también del conjunto hamburgués) Brahms compuso varias piezas de música sacra inspiradas en modelos del pasado y otras de música profana que, en cambio, son de contenido y contornos románticos.
Una vista de Detmold, que posée muy bellos paisajes
En 1859, Brahms abandonó Detmold pensando de establecerse nuevamente en Hamburgo. Esperaba obtener la dirección de la Singakademie hecho que le hubiera permitido quedarse cerca de sus padres cuyas relacones no marchaban bien. Desgraciadamente tales deseos no pudieron realizarse ya que la plaza fue concedida a un amigo del compositor, Julius Stokhausen. Desilusionado Brahms se trasladó en 1862 a Viena y fue la Singakademie de esta ciudad quien le ofreció el puesto de director. Fue sin embargo un cargo efímero ya que en 1864, Brahms se dio cuenta de que podía vivir, aunque sin lujos, de los beneficios de sus ediciones y de su actividad concertística y decidió convertirse en un profesional libre. Entre tanto sus padres se habían separado definitivamente creando una situación difícil para el compositor que tuvo que mantenerlos en casas separadas hasta que en febrero de 1865 su madre murió.
Otro bonito paisaje de Detmold
A continuación vemos a Jessie Norman cantando el lieder de Johannes Brahms titulado: "Geistliches Wiegenlied"
Y ahora una verdadera joya: el Concierto nº 2 para piano y orquesta de Brahms interpretado maravillosamente por un joven Mauricio Pollini junto a la orquesta Filarmónica de Viena, todos dirigidos por Claudio Abbado. Es una grabación realizada en 1976 en el Musikverein.
(Esto es una lista de reproducción, se puede escuchar el concierto completo o bien elegir alguno de los seis vídeos que lo componen con el segundo botón a la zquierda).
NOTA: Los vídeos 4 y 5 que corresponden al "andante" parece que hay un problema para verlos. Los demás se ven bien.
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