(1) Jordi Cervelló i Garriga (Barcelona 1935) es un compositor catalán que estudió violín y composición con Joan Massiá y Josep Mª Roma respectivamente. Después estudió en Milán, Siena y Salzburgo. Fue profesor y pedagogo en el Conservatorio de Barcelona de 1982 a 1996 y también es crítico y escritor, autor del tratado "Principios fundamentales sobre la técnica del violín". En el año 2006 recibió la distinción honorífica "Creu de Sant Jordi" que concede el Ayuntamiento de Barcelona a personalidades relevantes.
Johannes Brahms 1833 - 1897
En 1833, Hamburgo, la gran ciudad hanseática, no era sólo uno de los mayores y más prósperos puertos del norte de Europa, era también un importante centro de cultura alemana.
En lo referente a la música, existía una sólida tradición iniciada en el siglo XVII con la creación del Collegium Musicum. En el curso del siglo siguiente, la vida musical de la ciudad fue marcada por la personalidad de tres hombres ilustres: Johann Mattheson, Georg Philip Teleman y Carl Philip Emanuel Bach.
El primero, cantor, compositor, teórico y crítico ejerció su influencia a través del primer periódico musical "Crítica Música" del que fue fundador. En 1703, presentó a sus conciudadanos, a un joven músico de gran talento: Georg Frederich Haendel. Teleman, quizás el músico más famoso y considerado de su generación, transcurrió 40 años en Hamburgo (de 1727 a 1767) dominando la escena musical para dar paso a su ahijado Carl Philip Emanuel Bach.
La ciudad de Hamburgo (Alemania/Europa) en el año 1894
Con tales precedentes, Hamburgo era la ciudad adecuada para ser la cuna, hace 175 años, de uno de los más grandes artistas que Alemania ha dado al mundo: Johannes Brahms.
El futuro gran compositor nació el 7 de Mayo de 1833 en el seno de una modesta familia formada por Johann Jacob Brahms y Johanna Nissen. Johanna, casi 20 años mayor que su marido, era el verdadero jefe de la familia. Llena de sentido práctico y buena administración, mantenía el orden en el hogar. Johann Jacob que contaba 24 años al momento del nacimiento de su hijo, tocaba el contrabajo y la trompa en la orquesta que actuaba en el Alster Pavillon de Hamburgo. Aunque nunca pasó del diletantismo, Jacob estaba dotado de fantasía musical y de temperamento; pronto se percató de las dotes musicales de su hijo.
Los padres de Johannes Brahms, Joseph y Johanna
Años de formación
Naturalmente, fue él quien impartió al pequeño sus primeras lecciones de música y cuando se dio cuenta de que ya nada podía enseñarle, le confió a un maestro más competente: Otto Cossel. Era el año 1840 y Johannes contaba siete años. Además de sus enseñanzas pianísticas y del descubrimiento de J.S. Bach, Johannes Brahms debió a Cossel el haber sido salvado de emprender un camino equivocado. En efecto, unos años más tarde, un empresario teatral de paso por Hamburgo oyó casualmente tocar al pequeño Brahms y concibió la idea de organizar una gira del muchacho por América. Empezó a presionar en este sentido a Jacob Brahms para que diera su consentimiento a un proyecto que la reportaría fama y dinero. Muy probablemente Jacob se habría dejado convencer sin la intervención de Cossel. Este conocía bien los peligros que acechan a los niños prodigios y las consecuencias a menudo desastrosas de un éxito prematuro. Johannes no debía abandonar sus estudios y perfeccionarse para llegar a ser un verdadero virtuoso.
Ayuntamiento (Rathaus) de Hamburgo. Esta ciudad tiene canales como Amsterdam y sus edificios antiguos son muy parecidos
Para sentirse respaldado, Cossel recurrió a Eduard Marxsen, el más conocido maestro de piano de Hamburgo y le expuso el problema. Marxsen estuvo de acuerdo con él y aceptó de tomar al pequeño Brahms como discípulo. Este segundo maestro era un notable pedagogo, había estudiado con Ignaz Seyfried (discípulo de Haydn y Mozart) y además de un óptimo pianista era un hábil compositor. Marxsen dio a su discípulo una sólida formación y supo inspirarle afecto y devoción duraderos. Incluso cuando ya era famoso, Brahms sometía todas sus composiciones al juicio de su anciano maestro antes de hacerlas públicar. En aquellos años de formación Brahms estudió también idiomas y se interesó por la literatura, sobre todo por la poesía. Para ayudar a costear sus estudios y no pesar sobre el modesto balance de su familia, aceptó trabajo como pianista en una taberna del barrio del puerto.Un joven y atractivo Brahms en 1853 con veinte años.
A la conquista de Alemania
En 1850, un elemento pintoresco vino a animar la existencia algo monótoma del joven músico. Exilado tras la rebelión húngara de 1848-49, llegó a Hamburgo el violinista Eduard Remenyi. Hombre de mundo, de temperamento aventurero, desenvuelto y algo charlatán, Remenyi causó gran impresión en el ingenuo Brahms y entre ellos nació la amistad.
Años más tarde Brahms escribiría: "nunca pude aprender mucho de Remenyi; había demasiadas mentiras en él". Sin embargo en 1853, estuvo bien dispuesto a partir con él a la conquista de Alemania. Los dos compañeros partieron de Hamburgo el 19 de abril, a finales de mayo llegaron a Hannover donde Brahms encontraría el hombre clave de su vida: Joseph Joachim. El gran violinista captó inmediatamente el verdadero valor de aquel muchacho de 20 años quien, además, le inspiró una instintiva simpatía.
Joachim se dio cuenta de que Remenyi sólo quería explotar las dotes pianísticas de Brahms y le aconsejó de separarse de él. La despedida de los dos artistas fue bastante brusca; Remenyi siguió con su existencia nómada y Brahms emprendió el camino de Weimar para ser presentado a Franz Liszt.
Franz Liszt. Genial compositor, no se entendió bien con Brahms.
A pesar de las palabras antes citadas, de Brahms sobre Remenyi, su relación con el violinista no fue sin frutos. En efecto por mediación de él, Brahms conoció muchas melodías del folklore húngaro que utilizó para sus Danzas húngaras, obras que se hicieron popularísimas.
El encuentro con Liszt no dio el resultado esperado. Brahms no estaba a gusto en el ambiente elegante pero mundano y chismoso de Weimar y el prestigioso maestro le apareció no desprovisto de histrionismo. Por su parte, Liszt no simpatizó con su joven colega; entre los dos se levantó un infranqueable muro de incomprensión recíproca. Fue nuevamente Joachim quien actuó como agente del destino enviando a Brahms a Düsseldorff tras haber escrito a Robert Schumann de acogerle en su casa.
El Königs allee (King's Avenue) de la ciudad alemana de Düsseldorff donde vivía Schumann
Continuará en un próximo capítulo.
A continuación vemos a Arthur Rubinstein que interpreta el "Intermezzo" op.117, nº 2 de Johannes Brahms
El gran violinista Yehudi Menuhin nos ofrece la danza húngara nº 4 de Brahms. Al piano Antal Dorati.