20 abril 2009

Antonio Vivaldi ( 1 )


El 4 de Marzo de 1678 nacía en Venecia el hijo primogénito de Giovanni Battista Vivaldi y de Camilla Calicchio. El recién nacido se encontró en peligro de muerte y tuvo que ser bautizado por la misma comadrona; dos meses más tarde fue llevado a la iglesia para los exorcismos y demás ritos bautismales. Este frágil niño al que se le impusieron los nombres de Antonio Lucio, sería más adelante uno de los más destacados representantes de la música italiana de todos los tiempos.
Giovanni Battista y Camilla tuvieron otros seis hijos: tres hembras y tres varones, todos vivieron oscuramente, sólo de dos de esos niños tenemos alguna noticia por cierto no muy edificante, ya que el mayor, Francesco fue expulsado de Venecia en 1721 por haber insultado a un patricio y al otro, llamado Iseppo, le fue aplicada la misma pena en 1729 por haberse batido a cuchillo con un coetáneo suyo.
Mapa de Venecia en el año 1565 por B. Zaltieri

Todos los miembros de la familia Vivaldi poseían una abundante cabellera pelirroja, hecho que les valió el apodo de "i rossi" (los rojos), en cuanto a Antonio, por esta misma peculiaridad, fue llamado toda su vida el "prete rosso". Giovanni Battista era un violinista muy apreciado y había sido admitido en la Capella Ducale de San Marco, uno de los centros musicales más importantes de Europa. Fue seguramente feliz cuando se dio cuenta que su hijo primogénito estaba excepcionalmente dotado para la música; se dedicó a su educación musical y tuvo la satisfacción de verle entrar muy joven en la Capella Ducale como violinista suplente.
Para asegurar el futuro de su hijo preferido, Giovanni Battista pensó destinarle al sacerdocio que le proporcionaría protección e importantes ventajas. A la edad de diez años Antonio entró en el seminario de San Geminiano, que precisamente no se distinguía por el fervor religioso. En 1693 recibió las órdenes menores y el 23 de marzo de 1703 fue ordenado sacerdote.

El ministerio del "prete rosso" tuvo tuvo corta duración, dijo misa por el período de un año o algo más, pero después dejó de decirla para siempre. A este propósito circulaba en Venecia la siguiente anécdota: "Un día cuando Vivaldi estaba diciendo misa, le vino a la cabeza el tema de una fuga. Inmediatamente dejó el altar donde oficiaba y se fue a la sacristía para escribir el tema... Se le denunció a la Inquisición, que afortunadamente le consideró como un músico, es decir como un loco, y se limitó a prohibirle que siguiera diciendo misa".
En los últimos años de su vida, Vivaldi dio una explicación muy distinta de los hechos en una carta dirigida a uno de sus protectores, el marqués Bentivoglio: "Hace veinticinco años que no digo misa y nunca más volveré a decirla, y no por orden o prohibición de mis superiores... sino por decisión mía, a causa de un mal que me oprime desde que nací. Apenas ordenado sacerdote, dije misa durante un año o algo más y luego dejé de hacerlo por haber tenido que abandonar el altar sin terminarla... no puedo andar a causa de este mal de pecho, o mejor dicho de esta estrechez de pecho".
Estaba relacionada esta misteriosa enfermedad con el peligro de muerte que alcanzó a Vivaldi en el momento de su nacimiento? ¿Sería una enfermedad "diplomática"? ¿O la manifestación de una neurosis que se hacía patente en el momento de cumplir las obligaciones propias de un sacerdocio no sentido y abrazado sólo por oportunismo? Esta parece ser la explicación más satisfactoria, ya que la intensidad de la vida de Vivaldi y su incansable actividad están en desacuerdo con una debilidad física permanente.

El edificio alto en primer plano es la iglesia de Santa María della Visitazione "La Pietá" y se construyó adyacente al Ospedale.
En septiembre de 1703, o sea en el mismo año de su ordenación, Vivaldi entró como profesor de violín en el "Ospedale della Pietá". Era este uno de los cuatro hospicios existentes en Venecia que acogían a las niñas abandonadas, huérfanas o ilegítimas, los otros tres eran: el hospital "dei Mendicanti", el de San Giovanni e Paolo y el hospital "degli Incurabili". La Pietá fue el único que se mantuvo abierto hasta el siglo XIX. Los otros tres cerraron a finales del siglo XVIII. En estos hospicios las niñas recibían una esmerada educación y se les enseñaba sobre todo la música y el canto, bajo la guía de excelentes maestros. En los domingos y días festivos se organizaban conciertos públicos que llegaron a ser muy concurridos y a proporcionar significativos ingresos a las citadas instituciones.


Cuando Vivaldi entró en la Pietá, se le asignó un sueldo de 100 ducados anuales, aumentados a 150 en el año siguiente. A pesar de la modestia de estos honorarios, Vivaldi enseñó en la Pietá durante casi toda su vida y reservó para las "figlie di coro", (así eran llamadas las ejecutantes) la mejor faceta de su personalidad, la del músico desinteresado que se dedica en cuerpo y alma a su arte.
Por otra parte el coro y el conjunto instrumental de primer orden que tenía a su disposición en el hospicio, le permitieron poner rápidamente en práctica sus ideas musicales y componer con una libertad y una audacia que quizá no le hubiera sido posible en un ambiente menos propicio. Los efectos no se hicieron esperar, después de la publicación de dos series de sonatas aún bastante convencionales (op. 1 y op. 2), el opus 3 fue la revelación del genio innovador del joven músico: opus 3 titulado "Estro Armonico" consta de doce conciertos de forma instrumental muy variada: 1 y 4 para cuatro violines solistas, 2 y 11 para dos violines y un violoncello, y los restantes 3, 6, 9 y 12 para violín solista.
El "Estro Armonico" obtuvo un gran éxito, fue ampliamente difundido y, a través de las transcripciones de J.S. Bach, ejerció una importante influencia también sobre la música instrumental alemana. Fue publicado en 1711 por el editor holandés Estienne Roger; en esta época, Vivaldi era ya muy conocido en Venecia sea por su actividad en el Pietá cuyos conciertos eran cada vez más famosos, sea por sus exhibiciones como violinista.
Había actuado en los palacios de los principales patricios venecianos y en el del embajador de Francia y, sobre todo, disputado victoriosamente un verdadero torneo en el Palacio del embajador imperial Ercolani con un violinista protegido por el emperador. Un testigo del encuentro escribió: "Para terminar, añadió una cadenza improvisada que me espantó, una cadenza tal que es imposible se haya tocado o se pueda tocar nunca igual. Llegaba con sus dedos a la distancia de una brizna de paja del puente, y eso sobre las cuatro cuerdas y con una velocidad increíble, sorprendiendo a todo el mundo".


Cuadro del pintor inglés Turner, obra de 1835, y que muestra el Gran Canal de Venecia.

En 1713 Vivaldi conoció a Francesco Santurini empresario del teatro Sant Angelo y emprendió
una nueva actividad, la de empresario teatral que le reportaría, con el tiempo, grandes beneficios y mala reputación. No era la primera vez que el músico entraba en contacto con el mundo del teatro; cuando era aún niño, su padre, además de sus actividades en la cappella Ducale, había aceptado un puesto de violinista en la orquesta del teatro San Giovanni Crisostomo, uno de los más importantes de la ciudad. Acompañando a su padre a los ensayos, Antonio se había familiarizado con el ambiente teatral, que le impresionó profundamente. El teatro era, en la primera mitad del siglo XVIII, una de las principales diversiones de los venecianos. Sea la ópera que la prosa atraían numeroso público y los locales anexos a los teatros llamados llamados "ridotti", eran verdaderas casas de juego.
La situación de la República de Venecia, en esa época, era muy comprometida. Políticamente estaba en franca decadencia, había perdido casi todas sus colonias de oriente arrebatadas por los turcos y, el aislamiento en que se mantenía con respecto a Europa, estaba arruinando su economía. Pero nada de eso preocupaba a los ciudadanos de todas las clases sociales que vivian en la ilusión de las grandezas pasadas y eran sólo ávidos de diversión. Los numerosos visitantes encontraban en Venecia, más alegre y animada que nunca, una verdadera capital del placer y aunque parezca paradójico también uno de los centros culturales más brillantes de Europa.

Escuchemos ahora la obra más famosa de Vivaldi "Las cuatro Estaciones", en unos hermosos vídeos que en You-Tube suman hasta la fecha más de un millón y medio de visitas. (Wintermood)

10 abril 2009

Antonio Vivaldi ( 2 )


Durante el carnaval de 1707, un acontecimiento conmovió a los venecianos: la representación en el teatro Giovanni Crisóstomo de dos óperas de Alessandro Scarlatti, máximo representante de la escuela napolitana, principal competidora de la veneciana. El prestigio del compositor y varios incidentes ocurridos durante el montaje de los espectáculos, mantuvieron viva la espectación del público. Las dos óperas "Mitrídate Eupatore" y "Il trionfo della libertá", verdaderas obras maestras, obtuvieron un éxito sin precedentes.
Posiblemente estimulado por este hecho, Vivaldi decidió dedicarse al teatro y colaborar con el ya citado Francesco Santurini. Era éste un hombre hábil y sin escrúpulos que había obtenido en 1676 la concesión de un solar, propiedad de las nobles familias Marcello y Capello, para construír un teatro, el futuro Sant Angelo. Según el contrato la concesión duraría siete años, pero transcurrido el plazo, el empresario no cumplió con lo pactado y siguió siendo el dueño del teatro.

El Carnaval de Venecia es famoso en todo el mundo por sus trajes y máscaras

Las reclamaciones legales de los propietarios no tuvieron éxito alguno y una petición de embargo fue aplazada indefinidamente. Cuando Vivaldi se asoció con Santurini, ésta era la situación y se mantuvo igual hasta 1730. La primera ópera de Vivaldi, "Ottone in villa" fue estrenada en Vicenza en 1713 y la primera que escribió para su teatro "Orlando finto pazzo" fue representada durante el carnaval de 1714. En los años sucesivos produjo diversas óperas que se representaron en el Sant Angelo y en otro teatro: el de San Moisés, procurándole gran popularidad. Entonces empezó a circular por la ciudad un libelo satírico titulado "Il teatro a la moda" en el cual se ridiculizaba al "prete rosso" llamado el "Prerotesso Aldiviva" y a sus colaboradores. Toda Venecia sabía que el autor del escrito era el poeta y compositor Benedetto Marcello, que por ser hijo de un Marcello y un Capello, era uno de los legítimos propietarios del teatro Sant Angelo.
En 1716 Vivaldi hizo ejecutar por las "figlie di coro" de la Pietá un magnífico oratorio (único conservado de los tres que compuso) escrito en ocasión de la reconquista de Corfú: "Juditha Triunphans" y casi contemporáneamente el editor Roger publicó su opus 4, otra serie de doce conciertos para violín (oboe o flauta) solista y orquesta, bajo el título "La Stravaganza".
Patio del "Ospedale della Pietá", institución que tanta influencia tuvo en la obra y vida de Vivaldi
En 1717 el violinista alemán Georg Johann Pisendel llegó a Venecia para estudiar con Vivaldi; la fama del "prete rosso" había superado las fronteras de Italia. En este mismo año el compositor fue nombrado "maestro di cappella" del Landgrave de Hesse Darmstadt que tenía su corte en Mantova. Vivaldi se trasladó a esta ciudad donde permaneció tres años. Aparece en este momento una persona cuya relación con el músico da mucho que hablar: la cantante Anna Giraud hija de un peluquero parisiense, establecido en Venecia. Discípula preferida de Vivaldi, Anna le siguió a Mantova y desde entonces vivió en su casa como secretaria administradora y le acompañó en todos sus viajes junto con su hermana Paolina y otras damas no identificadas.
Dos años después de su regreso a Mantova, Vivaldi se trasladó a Roma donde presentó dos óperas nuevas: "Ercole sul Termodonte" y "Il Giustino", el éxito fue grande pero aún más obtuvo con sus exhibiciones violinísticas, tanto que el papa Benedetto XIII quiso escucharle y felicitarle personalmente.
En los años siguientes el compositor emprendió varios viajes, siempre acompañado por sus damas. Volvió a Roma, visitó otras capitales italianas y recorrió Europa: Viena, Dresde, Amsterdam... En la ciudad holandesa, Michel le Gene sucesor del editor Roger había publicado el opus 8, "Il cimento dell'Armonia e dell'Invenzione" que contenía cuatro conciertos que fueron rápidamente muy populares: "Le quatro sttagioni" ( Las cuatro Estaciones) y también publicó el opus 9 "La cetra" y el 10, que comprendía seis conciertos para flauta.

Cuadro del famoso pintor italiano Canaletto que nos muestra las célebres góndolas y el Gran Canal de Venecia

Vivaldi volvió a Venecia en 1733 y se enteró que durante su ausencia los Marcello-Capello habían recuperado el teatro Sant Angelo y confiado su administración a un tal Fabrizio Brugnolo. El músico no se desanimó y volvió a la Pietá donde le visitaron ilustres viajeros como el elector de Baviera Carlos Alberto y su hermano Ferdinando y otros personajes. Pero los tiempos habían cambiado y los años de ausencia habían casi logrado hacerle olvidar por sus conciudadanos, siempre deseosos de novedades; sus óperas ya no atraían al públco y tampoco se le invitaba para exhibirse con el violín.
Por estos motivos, Vivaldi aceptó el encargo de organizar la temporada de ópera de Ferrara durante el carnaval de 1737. Desde el primer momento surgieron complicaciones a causa de la escasa colaboración de los administradores del teatro local que, además, no eran puntuales al momento de pagar. A pesar de todo, con un derroche de actividad, Vivaldi había logrado superar todas las dificultades y reunir una brillante compañía que garantizaba el éxito de la temporada. Muy satisfecho, el músico escribió a su protector en Ferrara, el marqués Bentivoglio una carta llena de optimismo. Pero cuando se preparaba para emprender el viaje hacia Ferrara, un golpe inesperado acabó con todo el proyecto. Podemos enterarnos de los hechos por el mismo Vivaldi, en una nueva carta a Bentivoglio: "Después de tantas gestiones y fatigas, la ópera de Ferrara se ha venido abajo. Hoy Moseñor el Nuncio Apostólico me ha mandado llamar para ordenarme, en nombre de su Eminencia Ruffo, que no vaya a Ferrara para dirigir la ópera, con el pretexto de que soy sacerdote y no digo misa y porque tengo amistad con la cantante Giraud. Vuestra Excenlecia juzgará cual es mi estado después de semejante golpe".

Anochecer en Venecia

En el año siguiente Vivaldi tuvo el último momento de fama de su vida, cuando la ciudad de Amsterdam le encargó la dirección de la parte musical de un grandioso espectáculo organizado para celebrar el centenario de su teatro.
Una deliberación del hospital de la Pietá fechada el 29 de agosto de 1740 nos informa que los responsables del coro (conjunto vocal e instrumental) están autorizados para comprar a Vivaldi un cierto número de conciertos, al precio de un ducado cada uno para asegurar un repertorio al coro, ya que: "se ha oído decir que el reverendo Vivaldi está a punto de abandonar esta Dominante...". Es la última vez que su nombre aparece en un documento veneciano, poco después el compositor abandonó la ciudad y nada más se supo de él.
Pasados unos años, ya nadie se acordaba del "prete rosso" y de su obra y tal olvido duró más de un siglo, hasta cuando los estudiosos de J.S. Bach tuvieron la sorpresa de leer sobre algunos conciertos de éste el siguiente título: "Concierto del signore Antonio Vivaldi accomodato per l'organo del signore Giovanni Sebastiano Bach". Prosiguiendo la investigación, los musicólogos alemanes descubrieron gran parte del "Estro Armónico" y se apresuraron a dar juicios negativos sobre la obra del veneciano. Fue sólo en los primeros años del siglo XX que algunos musicólogos emprendieron la taréa de estudiar a fondo la vida y la obra de Antonio Vivaldi y poco a poco lograron reconstruir las varias etapas de la existencia del gran músico.
Escultura en memoria de Antonio Vivaldi, en Viena

La producción de Vivaldi es vastísima: 80 sonatas, 461 conciertos, 23 sinfonías, aproximadamente 47 óperas, un oratorio y un centenar de arias y cantatas además de la música religiosa. La originalidad de la música de Vivaldi ejerció gran influencia sobre los músicos de su generación y también en la que siguió inmediatamente: Galuppi, Veracini, Locatelli, Tartini, Leclair, Telemann, Pisendel y particularmente, como ya hemos mencionado, al gran J.S. Bach a quien reveló la forma de concierto de solista. Actualmente la música de Vivaldi representa una de las piedras de toque sobre todo para las orquestas de cámara. La vivacidad y el lirismo poético que contiene su obra hacen que sea uno de los compositores más divulgados y preferidos por el público.

Artículo escrito por Jordi Cervelló y publicado el mes de abril de 1978 en la revista "Algo". Vivaldi murió en Viena en 1740, al parecer en la pobreza, cuando tenía 63 años.

A continuación ofrecemos una lista de vídeos con fragmentos escogidos de Antonio Vivaldi