05 marzo 2013

Schubert, Danzas alemanas (Deutsche Tänze D.783)




Las danzas cortas que Franz Schubert compuso en gran número proporcionan un maravilloso ejemplo de lo que musicalmente puede hacerse en un breve espacio de tiempo. Las 18 danzas op. 33 (16 danzas alemanas y dos escocesas, más conocidas como D. 783) constituyen una serie de especial calidad; fueron escritas en distintos momentos durante 1823 y 1824, y la mayor parte del trabajo se llevó a cabo probablemente en julio del útimo año.

Un buen conjunto de ligeras danzas vienesas como valses y ländlers era cosa querida por Schubert y aunque él no gustaba demasiado del baile siempre estaba más que dispuesto a tocar esta clase de música para complacer a sus muchos amigos. A lo largo de los años se dedicó con frecuencia escribir estas composiciones breves que al parecer le proporcionaban una experiencia muy agradable y por supuesto estaba el incentivo adicional del entusiasmo de los editores en comprar este tipo de bagatelas musicales. Este disfrute brilla en la superficie de estas danzas, que son para ser tocadas como un baile largo y proporcionar un maravilloso cuarto de hora de entretenimiento en un salón de baile o en la sala de conciertos.



Cada uno de los 16 números individuales se ejecuta en dos mitades, cada una repetida. Schubert equilibra carácter y textura perfectamente a lo largo de la serie. Ya en las dos primeras se anuncia la enorme variedad que las caracterizará a todas: sólida y vigorosa la primera, con grandes saltos a tonalidades extrañas, y tierna y sensible la segunda, con una sencilla armonía basada en tónica dominante. Los dedos vuelan con optimismo sobre el teclado en la nº 4. La nº 7 contiene una melodía especialmente agradable y la nº 10, en la menor, una vena melancólica no muy diferente a la del vals de Chopín de la misma tonalidad. La nº 13 tiene de peculiar el empleo de sforzandi, y las núms. 14 y 15, las alternancias entre mayor y menor tan típicamente schubertianas. Finalmente, la nº 16 pone punto final a la serie con la misma atmósfera vigorosa en que comenzó.



Escuchemos estas deliciosas danzas Op.33 (D.783) mientras vemos un bonito vídeo.

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