10 abril 2009

Antonio Vivaldi ( 2 )


Durante el carnaval de 1707, un acontecimiento conmovió a los venecianos: la representación en el teatro Giovanni Crisóstomo de dos óperas de Alessandro Scarlatti, máximo representante de la escuela napolitana, principal competidora de la veneciana. El prestigio del compositor y varios incidentes ocurridos durante el montaje de los espectáculos, mantuvieron viva la espectación del público. Las dos óperas "Mitrídate Eupatore" y "Il trionfo della libertá", verdaderas obras maestras, obtuvieron un éxito sin precedentes.
Posiblemente estimulado por este hecho, Vivaldi decidió dedicarse al teatro y colaborar con el ya citado Francesco Santurini. Era éste un hombre hábil y sin escrúpulos que había obtenido en 1676 la concesión de un solar, propiedad de las nobles familias Marcello y Capello, para construír un teatro, el futuro Sant Angelo. Según el contrato la concesión duraría siete años, pero transcurrido el plazo, el empresario no cumplió con lo pactado y siguió siendo el dueño del teatro.

El Carnaval de Venecia es famoso en todo el mundo por sus trajes y máscaras

Las reclamaciones legales de los propietarios no tuvieron éxito alguno y una petición de embargo fue aplazada indefinidamente. Cuando Vivaldi se asoció con Santurini, ésta era la situación y se mantuvo igual hasta 1730. La primera ópera de Vivaldi, "Ottone in villa" fue estrenada en Vicenza en 1713 y la primera que escribió para su teatro "Orlando finto pazzo" fue representada durante el carnaval de 1714. En los años sucesivos produjo diversas óperas que se representaron en el Sant Angelo y en otro teatro: el de San Moisés, procurándole gran popularidad. Entonces empezó a circular por la ciudad un libelo satírico titulado "Il teatro a la moda" en el cual se ridiculizaba al "prete rosso" llamado el "Prerotesso Aldiviva" y a sus colaboradores. Toda Venecia sabía que el autor del escrito era el poeta y compositor Benedetto Marcello, que por ser hijo de un Marcello y un Capello, era uno de los legítimos propietarios del teatro Sant Angelo.
En 1716 Vivaldi hizo ejecutar por las "figlie di coro" de la Pietá un magnífico oratorio (único conservado de los tres que compuso) escrito en ocasión de la reconquista de Corfú: "Juditha Triunphans" y casi contemporáneamente el editor Roger publicó su opus 4, otra serie de doce conciertos para violín (oboe o flauta) solista y orquesta, bajo el título "La Stravaganza".
Patio del "Ospedale della Pietá", institución que tanta influencia tuvo en la obra y vida de Vivaldi
En 1717 el violinista alemán Georg Johann Pisendel llegó a Venecia para estudiar con Vivaldi; la fama del "prete rosso" había superado las fronteras de Italia. En este mismo año el compositor fue nombrado "maestro di cappella" del Landgrave de Hesse Darmstadt que tenía su corte en Mantova. Vivaldi se trasladó a esta ciudad donde permaneció tres años. Aparece en este momento una persona cuya relación con el músico da mucho que hablar: la cantante Anna Giraud hija de un peluquero parisiense, establecido en Venecia. Discípula preferida de Vivaldi, Anna le siguió a Mantova y desde entonces vivió en su casa como secretaria administradora y le acompañó en todos sus viajes junto con su hermana Paolina y otras damas no identificadas.
Dos años después de su regreso a Mantova, Vivaldi se trasladó a Roma donde presentó dos óperas nuevas: "Ercole sul Termodonte" y "Il Giustino", el éxito fue grande pero aún más obtuvo con sus exhibiciones violinísticas, tanto que el papa Benedetto XIII quiso escucharle y felicitarle personalmente.
En los años siguientes el compositor emprendió varios viajes, siempre acompañado por sus damas. Volvió a Roma, visitó otras capitales italianas y recorrió Europa: Viena, Dresde, Amsterdam... En la ciudad holandesa, Michel le Gene sucesor del editor Roger había publicado el opus 8, "Il cimento dell'Armonia e dell'Invenzione" que contenía cuatro conciertos que fueron rápidamente muy populares: "Le quatro sttagioni" ( Las cuatro Estaciones) y también publicó el opus 9 "La cetra" y el 10, que comprendía seis conciertos para flauta.

Cuadro del famoso pintor italiano Canaletto que nos muestra las célebres góndolas y el Gran Canal de Venecia

Vivaldi volvió a Venecia en 1733 y se enteró que durante su ausencia los Marcello-Capello habían recuperado el teatro Sant Angelo y confiado su administración a un tal Fabrizio Brugnolo. El músico no se desanimó y volvió a la Pietá donde le visitaron ilustres viajeros como el elector de Baviera Carlos Alberto y su hermano Ferdinando y otros personajes. Pero los tiempos habían cambiado y los años de ausencia habían casi logrado hacerle olvidar por sus conciudadanos, siempre deseosos de novedades; sus óperas ya no atraían al públco y tampoco se le invitaba para exhibirse con el violín.
Por estos motivos, Vivaldi aceptó el encargo de organizar la temporada de ópera de Ferrara durante el carnaval de 1737. Desde el primer momento surgieron complicaciones a causa de la escasa colaboración de los administradores del teatro local que, además, no eran puntuales al momento de pagar. A pesar de todo, con un derroche de actividad, Vivaldi había logrado superar todas las dificultades y reunir una brillante compañía que garantizaba el éxito de la temporada. Muy satisfecho, el músico escribió a su protector en Ferrara, el marqués Bentivoglio una carta llena de optimismo. Pero cuando se preparaba para emprender el viaje hacia Ferrara, un golpe inesperado acabó con todo el proyecto. Podemos enterarnos de los hechos por el mismo Vivaldi, en una nueva carta a Bentivoglio: "Después de tantas gestiones y fatigas, la ópera de Ferrara se ha venido abajo. Hoy Moseñor el Nuncio Apostólico me ha mandado llamar para ordenarme, en nombre de su Eminencia Ruffo, que no vaya a Ferrara para dirigir la ópera, con el pretexto de que soy sacerdote y no digo misa y porque tengo amistad con la cantante Giraud. Vuestra Excenlecia juzgará cual es mi estado después de semejante golpe".

Anochecer en Venecia

En el año siguiente Vivaldi tuvo el último momento de fama de su vida, cuando la ciudad de Amsterdam le encargó la dirección de la parte musical de un grandioso espectáculo organizado para celebrar el centenario de su teatro.
Una deliberación del hospital de la Pietá fechada el 29 de agosto de 1740 nos informa que los responsables del coro (conjunto vocal e instrumental) están autorizados para comprar a Vivaldi un cierto número de conciertos, al precio de un ducado cada uno para asegurar un repertorio al coro, ya que: "se ha oído decir que el reverendo Vivaldi está a punto de abandonar esta Dominante...". Es la última vez que su nombre aparece en un documento veneciano, poco después el compositor abandonó la ciudad y nada más se supo de él.
Pasados unos años, ya nadie se acordaba del "prete rosso" y de su obra y tal olvido duró más de un siglo, hasta cuando los estudiosos de J.S. Bach tuvieron la sorpresa de leer sobre algunos conciertos de éste el siguiente título: "Concierto del signore Antonio Vivaldi accomodato per l'organo del signore Giovanni Sebastiano Bach". Prosiguiendo la investigación, los musicólogos alemanes descubrieron gran parte del "Estro Armónico" y se apresuraron a dar juicios negativos sobre la obra del veneciano. Fue sólo en los primeros años del siglo XX que algunos musicólogos emprendieron la taréa de estudiar a fondo la vida y la obra de Antonio Vivaldi y poco a poco lograron reconstruir las varias etapas de la existencia del gran músico.
Escultura en memoria de Antonio Vivaldi, en Viena

La producción de Vivaldi es vastísima: 80 sonatas, 461 conciertos, 23 sinfonías, aproximadamente 47 óperas, un oratorio y un centenar de arias y cantatas además de la música religiosa. La originalidad de la música de Vivaldi ejerció gran influencia sobre los músicos de su generación y también en la que siguió inmediatamente: Galuppi, Veracini, Locatelli, Tartini, Leclair, Telemann, Pisendel y particularmente, como ya hemos mencionado, al gran J.S. Bach a quien reveló la forma de concierto de solista. Actualmente la música de Vivaldi representa una de las piedras de toque sobre todo para las orquestas de cámara. La vivacidad y el lirismo poético que contiene su obra hacen que sea uno de los compositores más divulgados y preferidos por el público.

Artículo escrito por Jordi Cervelló y publicado el mes de abril de 1978 en la revista "Algo". Vivaldi murió en Viena en 1740, al parecer en la pobreza, cuando tenía 63 años.

A continuación ofrecemos una lista de vídeos con fragmentos escogidos de Antonio Vivaldi

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