Schubert, Quinteto La Trucha

El Quinteto "La Trucha" ( Forellenquintett ) es el nombre popular con el cual se conoce el Quinteto de piano en La mayor, D. 667, de Franz Schubert . Fue compuesto por encargo en 1819, cuando el autor tenia 22 años y al contrario del resto de sus obras de cámara, más introspectivas, en esta encontramos una de las partituras mas risueñas y encantadoras que se han escrito. Con su Quinteto, Schubert nos lleva a pasear por el bosque, escuchamos el canto de los pájaros, sentimos la fragancia de la naturaleza y el discurrir del rio de limpias aguas, donde las truchas saltan juguetonas.

La importancia de la pieza radica principalmente en el uso de un lenguaje armónico original e innovador, rico en mediantes y cromatismos , y en sus características tímbricas . El Quinteto tiene una sonoridad única entre las obras de cámara para piano y cuerdas, debido principalmente a la parte de piano, que en secciones sustanciales de la partitura se concentra en el registro más alto del instrumento, con ambas manos tocando la misma línea melódica a una octava de distancia ( habiendo sido liberado para hacerlo mediante la inclusión del violonchelo y el bajo en el conjunto). Esta escritura también se da en otras obras de cámara de Schubert, como los tríos para piano, pero en mucha menor medida, y en sus composiciones para piano a cuatro manos. 

 En el verano de 1819, Schubert viajó con el famoso barítono Johann Michael Vogl a la pequeña y encantadora ciudad ribereña de Steyr, (Alta Austria) donde había una gran actividad musical. La interpretación de Schubert y Vogl de algunas de las canciones del compositor, especialmente "Erlkönig" (el propio Schubert interpretando el papel del padre) y "Die Forelle" ("La trucha"), atrajo la atención de Sylvester Paumgartner, un hombre rico, ejecutivo de minería y un chelista consumado, que luego encargó al compositor escribir un quinteto basado en el segundo lied (y tal vez siguiendo el modelo de un trabajo de Hummel que tuvo en su colección). El quinteto "La Trucha" resultante, marcado por la inusual combinación de piano, violín, viola, violonchelo y contrabajo, se ha convertido en uno de los trabajos de cámara más perdurables de Schubert , y es típico de su estilo inicial. Una característica notable es la integración de la parte de piano en la textura musical, en igualdad de condiciones que los instrumentos de cuerda. En sus escritos, Schubert se refirió a la música de piano típica como "golpeteo condenable" e insiste en este trabajo, como en los otros, que se comporte como un miembro ordenado e igual de un conjunto. 

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 El primer movimiento es desproporcionadamente largo, con una duración de trece minutos, casi un tercio de la longitud de todo el trabajo de cinco partes. Es un movimiento alegre en forma de sonata-allegro, que se desarrolla por arpegios de piano y figuras de tresillo en las cuerdas. Sigue un lírico andante, dulcemente expresivo en el modo menor, y que evita cualquier sensación de melancolía. Presenta tres temas, uno de los cuales permite un solo de piano extendido. El breve tercer movimiento, un presto, comienza agresivamente pero se convierte en una especie de "poema de baile" que contiene melodías populares austriacas. El ímpetu rítmico es incansable .

Esto lleva al movimiento que da título a la obra, el tema y las variaciones de "Die Forelle" ("La trucha"). Como es típico de algunos otros modelos de variación de Schubert (en contraste con el estilo de Beethoven), las variaciones no transforman el tema original en un nuevo material temático; más bien, se concentran en la decoración melódica y los cambios de humor. En cada una de las primeras variaciones, el tema principal lo toca un instrumento o grupo diferente. La forma del tema y las variaciones es ingeniosa y satisfactoria en las manos de Schubert : cada variación es individualmente atractiva e integral para el todo. Como en el primer movimiento, el piano se entremezcla completamente con las cuerdas y el sonido resultante es casi sinfónico (una excepción a esto es la tercera variación, que es una cascada de piano giratoria con acompañamiento de cuerdas apagado). 

 El movimiento final es simple y ligero con un sonido arremolinado, casi "gitano" que a veces nos puede recordar a Dvorák . Al igual que los movimientos tercero y cuarto, el último parece estar dividido en unidades más pequeñas, en el estilo de un conjunto de danzas. A pesar de que ya había escrito once cuartetos de cuerda anteriores al Quinteto "La Trucha", esta composición representa el primer trabajo de cámara realmente significativo de Schubert . Su capacidad para mezclar y equilibrar esta combinación de instrumentos parece instintiva y la pieza es considerada, con razón, una de sus primeras obras más populares y mejores. (Traducción del original inglés de Rovi Staff). 

La primera edición de la partitura dedicada a Sylvester Paumgartner,  la realizo Joseph Czerny en Viena en 1829, un año después de la muerte de Schubert.